La Revolución Mexicana fue la primera revolución social, se desarrolló a partir de 1910, algunos historiadores marcan el final de la revolución en 1917 con el ascenso de Venustiano Carranza al poder y la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; para otros termina en 1920.

Revolución Mexicana

Antecedentes:

Porfirio Díaz fue Presidente de México desde 1876, en  1884 modificó la constitución  para poder releegirse, a partir de ahí ganó la presidencia por fraudes electorales siete veces.
Durante la dictadura de Porfirio Díaz el país tuvo un gran desarrollo económico, el ferrocarril extendió sus redes, hubo adelantos tecnológicos, pero los beneficios no fueron para toda la población pues había un pequeño grupo de personas que gozaban de todas las riquezas y privilegios mientras el resto del pueblo se encontraba en la más absoluta pobreza.

El pueblo estaba temeroso y descontento, esto propició el movimiento armado.

Los hermanos Flores Magón fueron los primeros activistas de la revolución mexicana, con una propuesta revolucionaria de gran contenido social, pero su movimiento precursor fue dominado.
En 1908, Porfirio Díaz le concede una entrevista a James Creelman, en donde dijo: «… me retiraré en cuanto termine el presente periodo y no volveré a gobernar otra vez…» y «Doy la bienvenida a cualquier partido oposicionista en la República Mexicana…»

 

El movimiento maderista y el inicio de la Revolución

Francisco Indalecio Madero creció en una familia que tenía una buena opinión sobre Porfirio Díaz, pues pensaban que el presidente había logrado estabilidad política y paz social, pero Madero, a los 32 años, pensaba que había una profunda crisis en el sistema pues en la política solo participaban líderes y caciques leales a Díaz. El sistema porfirista tenía una estructura de poder paternalista que no favorecía a las clases más desprotegidas.

Madero se postuló en 1905 a la alcaldía de San Pedro de las Colonias, en Coahuila, su estado natal. Él proponía que los partidos políticos debían formar una conciencia cívica entre los obreros y los campesinos del país para que hombres que no pertenecieran a las élites de poder, pudieran acceder a puestos de poder y participar en las decisiones políticas.

El Presidente Díaz, en cambio, quería que los cargos de funcionarios fueran heredados a sus sucesores familiares y esto solo aumentaba la corrupción y el privilegio para unas cuantas familias.

En 1908, cuando Díaz concede la entrevista a James Creelman, Madero consideró que había llegado el momento de hacer cambios. En enero de 1910 propuso iniciar la organización de una campaña nacional por los derechos civiles y en contra de la séptima reelección del General Díaz.

Buscaban atraer a todos los opositores porfiristas a través de una aternativa política de reformas para garantizar el sufragio electoral y la participación ciudadana en la formulación de demandas sociales y su solución conjunta con el gobierno.

Su propuesta era luchar por la vicepresidencia, para que Díaz continuara en el poder mientras se hacía una transición política tranquila hacia un régimen incluyente.
Francisco I. Madero buscaba utilizar los márgenes formales que otorgaba el periodo electoral para realizar una campaña de difusión de su programa político: renovación de representantes políticos en el gobierno y las
legislaturas nacional y estatal, desaparición de las Jefaturas Políticas y libertad municipal para que los pueblos pudieran escoger sus propias autoridades locales.

Madero empezó a negociar con diferentes grupos políticos para edificar un partido Antireeleccionista, en el que estuvieran todos los que buscaban la alternancia en el poder, el respeto al voto y la libertad para participar en la política.

El Partido Antireeleccionista surgió en abril de 1910, pero el Presidente Díaz aún no estaba listo para dejar el poder tranquilamente, así que el 6 de noviembre de 1910 se creó el PLAN DE SAN LUIS, en este documento se convocaba al levantamiento de armas para terminar con la dictadura y tener elecciones libres y democráticas. La fecha para dar inicio al levantamiento fue el 20 de noviembre a las 6 de la tarde.

Madero triunfó en las elecciones presidenciales de 1911 ya en el marco de la revolución mexicana que se había convertido en una lucha para reclamar una mejora en las condiciones de vida y trabajo para obreros, campesinos y marginados.

 

Información obtenida de:

Rosas Sánchez, Javier
Francisco I. Madero en la transición democrática de México, 1905-1910
Estudios Políticos, vol. 9, núm. 25, enero-abril, 2012, pp. 89-106
Universidad Nacional Autónoma de México
Distrito Federal, México

Disponible en https://www.redalyc.org/pdf/4264/426439546005.pdf

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