Los retos mentales siempre han sido uno de los procesos más importantes para desarrollar nuestra mente, sobre todo en las primeras etapas de nuestra vida.
Muchos psicólogos han descubierto que nuestro desarrollo en nuestra niñez tiene una influencia muy significativa cuando interactuamos con el mundo que nos rodea.
Es en este punto cuando los acertijos cobran una especial importancia y sirven para nuestro crecimiento mental en diferentes aspectos:
Nuestra memoria es una de las mayores y más importantes herramientas de las que disponemos como seres humanos para nuestro día a día. Los acertijos ejercitan nuestra memoria porque nos obligan a recordar detalles, a acordarnos de aspectos importantes, de ir hacia atrás a lo que hemos escuchado para recavar la información que seguramente nos ayudará a resolver el acertijo. Quizá un sólo dato sea el necesario para poder resolver el acertijo y ese ejercicio de memoria es fundamental.
De hecho, si, valga la redundancia, haces memoria, seguramente muchas de las veces que no puedes resolver un acertijo o cualquier otro problema, se haya debido a que no recordabas un factor de vital importancia para resolverlo.
La resolución de problemas es algo que venimos aprendiendo desde hace mucho tiempo. De hecho, nuestra vida entera es un proceso contínuo de resolver problemas
que van tocando a nuestras puertas.
Si pensamos, por ejemplo, en nuestro periodo escolar, podemos darnos cuenta de que buena parte de nuestras tareas matemáticas consistían en resolver problemas de
cálculo, que, para ejemplificar tenían como contexto una situación del día a día.
Un acertijo o una adivinanza, al fin y al cabo, es un problema que requiere una solución. No puede ser solucionado con una trampa o con un truco, no hay dos opciones para resolverlo. Simplemente tiene una única solución a la que hay que llegar usando nuestra mente. Por ello, los acertijos o adivinanzas son un ejercicio impresionante para aumentar nuestra capacidad de resolver problemas que tiene una gran aplicación en nuestra vida.
Uno de los beneficios escondidos de las adivinanzas es que nos ayudan a establecer una metodología o estrategia para resolver el problema de una manera más eficiente.
Por ejemplo, cuando estamos pensando en un acertijo trataremos de clasificar la información con características comunes, intentaremos copiar metodologías que hayamos usado en otros acertijos y buscar paralelismos entre la forma de resolver unos y otros.
Esto es indispensable para nuestra capacidad de resolver problemas en nuestro día a día, ya que interiorizamos métodos donde podemos ir dando pequeños pasos para
alcanzar metas pequeñas que al final nos ayuden a alcanzar metas mayores.
Con los acertijos podemos enseñar a nuestra mente pequeños procesos para resolver muchas situaciones.