Francisco I. Madero agotó las vías legales para tratar de promover el cambio democrático, cuando no funcionó el camino legal, el pueblo se levantó en armas.

La Revolución inició el 20 de noviembre de 1910, para enero de 1911 el movimiento estaba en pleno auge, Chihuahua era el núcleo más fuerte.

Madero entró al país el 9 de febrero, la lucha se desarrollaba y en marzo, el gabinete del general Díaz renuncia para tratar de terminar con la revolución mientras Madero establecía su cuartel general en Torreón.

Para el 18 de abril, todo México estaba en guerra y las fuerzas federales no eran suficientes para defender al país. Porfirio Díaz, trató de conservar el poder declarando que repartiría tierras al proletariado, pero ya había perdido su credibilidad, la guerra continuaba y Porfirio Díaz huyó a Europa el 26 de mayo, pasando en París sus últimos días de vida.

Francisco León de la Barra es el presidente interino mientras se hacen las elecciones para elegir al nuevo presidente.

El 2 de noviembre se le dio el triunfo a Francisco I Madero, como presidente y a José María Pino Suárez como vicepresidente. Pero la revolución no terminó con este hecho porque las diferentes fracciones revolucionarias tenían conflictos entre sí.

Al paso de los meses, el presidente comenzó a recibir severas críticas, unos criticaban su incapacidad de gobernar y otros su traición a los ideales revolucionarios pues no había cumplido con las demandas populares.

La Decena Trágica

El 9 de febrero de 1913 comenzó la caída del presidente Francisco I Madero, cuando los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz, fueron liberados de la prisión de Santiago Tlatelolco. En cuanto salieron fueron a Palacio Nacional.

El general Bernardo Reyes cayó abatido por las balas a las puertas del edificio, como los sublevados no pudieron apoderarse del reciento, se pertrecharon en el edificio de La Ciudadela.

El 10 y 11 de febrero la ciudad estuvo en combate todo el día, para el 12 de febrero los cañonazos entre Palacio Nacional y el edificio de Ciudadela habían provocado graves daños en los edificios. Había muchos muertos y heridos.

El 14 de febrero, Félix Díaz exigía la renuncia del presidente y vicepresidente. Los cadáveres se acumulaban en la calle, así que la presión sobre el Presidente Madero para que aceptara la renuncia, creció. Pero Madero no aceptó esto.

Para el 16 de febrero, los habitantes de la ciudad de México, sufrían escasez de alimentos, servicios y agua.

El 17 de febrero, el general Huerta tomó el Palacio Nacional, Madero y Pino Suárez fueron hechos prisioneros.

El 19 de febrero, Francisco I Madero y José María Pino Suárez firmaron su renuncia. Pedro Lascuráin, asumió provisionalmente el Poder Ejecutivo solo para designar ministro de Gobernación al general Victoriano Huerta, después de esto Lascuráin renunció y Huerta protestó como presidente.

Para el 21 de febrero el cuerpo diplomático reconoció a Huerta como presidente interino.

El 22 de febrero, Madero y Pino Suárez fueron llevados de Palacio Nacional a la Penitenciaría y los asesinaron simulando que les habían disparado en un intento de fuga.

Las reacciones contra el asesinato y la traición de Victoriano Huerta no se hicieron esperar. 

 

Fuentes consultadas 

https://coahuilacultura.gob.mx/wp-content/uploads/2023/07/Madero-el-inmaculado.pdf

https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/455/1/images/Madero_Carranza.pdf

https://www.inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/437/1/images/crono_revolucion.pdf

https://www.inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/437/1/images/crono_revolucion.pdf

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